Se estima que el 30% de las emisiones de CO2 -principales causantes del cambio climático- procede de los edificios, que consumen el 40% del total de la energía. En distintos países “el ladrillo” dejó un extenso parque de viviendas de baja calidad en cuya construcción se omitieron los criterios relacionados con la sostenibilidad.
RIO NEGRO (4/12/2019).- La madera en la construcción es un material único. Lógicamente se debe tomar verdadera conciencia al momento de construir e implica que deben participar los distintos actores de la obra respecto a la responsabilidad compartida de conservar y mejorar el entorno.
Se estima que el 30% de las emisiones de CO2 -principales causantes del cambio climático- procede de los edificios, que consumen el 40% del total de la energía. En distintos países “el ladrillo” dejó un extenso parque de viviendas de baja calidad en cuya construcción se omitieron los criterios relacionados con la sostenibilidad.
En un modelo de construcción sostenible, más respetuoso con el medio ambiente, la madera recobra su protagonismo. Se estima que si el acero fue el material de la arquitectura del siglo XIX y el hormigón el del XX, la madera es el material del siglo XXI. Recurso natural, renovable, reutilizable y biodegradable, óptimo en una economía circular, la madera atesora un conjunto de beneficios medioambientales que la diferencian del resto y hacen que sea única.
El cambio climático advierte que no se puede continuar con un sistema de construcción pernicioso, tan demandante de energía y emisor de gases de efecto invernadero. En este sentido, la madera requiere mucha menos energía en el proceso de transformación -de materia prima a material de construcción- que el acero o el hormigón.
Fuente Argentina Forestal